Con la capital más antigua de Europa, un capricho de istmo, la provincia de Cádiz nos acoge con toda su luminosidad, la potencia de su Naturaleza (mar, verdor, fauna...), el carácter abierto y muy positivo de sus gentes y una gastronomía que redondea el hechizo, que atrajo a tantos artistas. Puerta de América y ventana a África, la diversidad conforma el paisaje natural, y de aquí partieron Colón, Elcano y Magallanes. El sol se acuesta, rojo, sobre los horizontes de sus playas blancas... Es imposible probar una vez y no querer repetir...
 |
| Cadi-Cadi, la tacita de plata, vista desde la Torre Tavira, una atalaya privilegiada sobre la capital gaditana. |
 |
| Un hermoso lagarto ocelado toma el sol de la mañana en el entorno de las exuberantes ruinas romanas de Baelo Claudia. |
 |
| Óleo de la Constitución de 1812 y maqueta de la ciudad en el Museo de las Cortes de Cádiz. |
 |
| Dos sarcófagos fenicios, de gran valor histórico, en el Museo Arqueológico del centro de Cádiz. |
 |
| Preparando mojitos en la tranquila y luminosa Tarifa, el extremo Sur peninsular. |
 |
| Unos recién casados posan en La Caleta gaditana, uno de los rincones fetiche para los novios y sus fotos de boda. |
 |
| A punto de llegar a meta, caballos y jinetes casi vuelan sobre la arena mojada de la playa de Sanlúcar de Barrameda. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario