Hay quien viaja por el mundo sin conocer lo que tiene cerca. Yo prefiero las dos cosas, aunque no siempre hay tiempo y presupuesto para lograrlo... Pero lo intento, y desde luego la Península Ibérica no tiene desperdicio: verdor montañoso en el Norte, llanura diametralmente opuesta a 100 kilómetros, luz y sol en el Sur... La variedad es total, en las costumbres, la gastronomía, los paisajes... Son diversos países en una misma comunidad
Barcas en la siempre pictórica estampa de Castro Urdiales (Cantabria). |
El sol da en el Cabo Ogoño, en la costa vizcaína. Esta zona es área protegida. |
Se avecina tormenta en el Castillo de Banu Qasi (Lizarraldea-Navarra).
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Claustro del tranquilo Monasterio de Iranzu (Tierra Estella-Navarra). |
Lluvia en la enigmática Alaitza (Llanada alavesa).
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Las vistas de Urkiola (Bizkaia, País Vasco) son infinitas y bellas, de una forma muy especial en otoño. |
Blasón y balcón en una de las bonitas casas de Ezkarai (La Rioja). |
Tejados de la luminosa ciudad de Cádiz, vistos desde la Torre Tavira. |
Contrapicado de la flamante Casa Batlló, de Gaudí, en la noche barcelonesa (Passeig de Gràcia). |
Esta vista de la calle de Alcalá debió de inspirar a Antonio López... |
Qué tendrá Madrid, que de noche luce el Sol en el Kilómetro 0... |
Para más info: ir a El Tintero, capítulo 'Trabajos'
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