La ciudad de Dublín se va vistiendo de verde, naranja y blanco, y sus edificios principales se iluminan de un bonito verdor de noche, antes de que St. Patrick llegue. Con su comitiva de duendes, espíritus de los elementos, bailarinas, músicos y gigantes. Medio millón de personas de todo el mundo se unen a la fiesta de una Dublín abierta, divertida, musical y multicultural. Aunque parezca la fiesta más irlandesa, St. Patrick´s Day es una celebración de lo más universal
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El desfile de St. Patrick´s llega a un punto álgido, a su paso por la céntrica Dame´s Street. |
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Los personajes mitológicos, los disfraces insospechados, las grandes máscaras y artilugios llamativos... se rodean de gorros verdes. |
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San Patricio se rodea del Espíritu del Fuego y el del Viento, antes del desfile. |
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También los dulces se visten de purpurina y verdor en St. Patrick´s. Y, como toda la repostería en Irlanda, están buenísimos. |
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Los cachivaches en el desfile de San Patricio son muy diversos, y la imaginación se dispara estratosféricamente. |
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Música y uniformes para abrir solemnemente un desfile que después será un desparrame de color y diversión... |
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Estos chicos y chicas franceses estaban disfrutando con fruición de la fiesta, ya desde la mañana. |
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Los edificios más emblemáticos de la Dublín clásica se iluminaron de un bello verdor por las noches... |
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Una muy joven vikinga observa el desfile desde su atalaya privilegiada. |
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La carroza del alcalde sólo sale de paseo dos veces al año. Una de ellas, St. Patrick´s. |
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Y en el cruce de caminos, más mareas de gente verde y naranja, y blanca, disfrutando sin sobresaltos del día más verde. |